En comparación con la placa de pez metálica tradicional, la placa de pez aislada tiene un mejor rendimiento de aislamiento y puede cumplir con los requisitos de aislamiento eléctrico de las vías ferroviarias. Su resistencia a la corrosión y a la oxidación le otorgan una vida útil más larga en entornos exteriores difíciles, reduciendo la frecuencia de mantenimiento y reemplazo; además, las propiedades del material termoestable dificultan el robo, reduciendo el riesgo de robo de las instalaciones ferroviarias.