A pesar de la exclusión y fuerte oposición de Alstom, la empresa ferroviaria nacional de Bélgica, SNCB, ha confirmado a la española CAF como la oferta preferida para el pedido de trenes interurbanos valorado en 3.400 millones de euros. Tras una reevaluación detallada y revisiones legnicas y técnicas, el consejo mantuvo la clasificación original de CAF, Siemens y Alstom.
El contrato, parte de un acuerdo de servicio público con el gobierno federal belga, tiene como objetivo modernizar la mitad del material rodante de SNCB para 2032. Los nuevos trenes contarán con mejoras en accesibilidad, zonas silenciosas, información en tiempo real para los pasajeros y conectividad digital. A principios de este año, el Tribunal Supremo de Bélgica obligó a SNCB a reevaluar su elección de CAF frente a Alstom para producir su nueva flota de trenes insignia. Ahora, el operador sigue adelante con el acuerdo de 3.400 millones de euros con el fabricante español, pero la indignación política y sindical por la exclusión de Alstom sigue siendo intensa. La participación de CAF en el tranvía ligero de Jerusalén ha generado interrogantes, con requisitos contractuales adicionales para que CAF respete el derecho internacional y los derechos humanos, lo que complica aún más la controversia.